Porque no todo va a ser salsa de tomate, aquí os presento una sencilla pero exquisita salsa de pimientos escalivados.
Para los que no estáis familiarizados con la palabra escalivar (manera típica de cocinar las verduras en la cuenca mediterránea) significa asar al rescoldo del fuego, si no tenemos chimenea o brasas, pues asamos a la parrilla o en el horno a fuego bastante bajo para que las verduras vayan soltando su azúcar y se caramelicen.
El sabor suave y dulce de esta salsa de pimientos combina de maravilla con carnes y pescados e incluso verduras. Tanto podéis usarla en caliente para acompañar un merluza o darle un toque especial a una simple pechuga de pollo, como en frío para aliñar una ensalada, dippear unas barritas de hortalizas o de guarnición.
La preparación no tiene secretos, se asan en el horno a fuego lento unos pimientos y unas cebollas troceadas junto con un chorrito de aceite de oliva (pensad que la receta dura varios días) y un poco de sal.
Yo he usado mi freidora sin aceite Cecofry, la he programado en intervalos de 20 minutos para vigilar que no se me quemaran las verduras y en unos 50 minutos las verduras estaban perfectamente escalivadas: dulces y tiernas.
Trituramos la salsa hasta obtener la textura deseada (a mi me gusta muy fina) si queremos realzar la salsa podemos añadir un chorrito de vinagre, ojo, no demasiado, lo suficiente para levantar su sabor.
Y ya la tenemos lista para degustar: fría o caliente, de guarnición, para guisar, como topping de una ensalada o para una picoteo entretenido mojando palitos de zanahoria o surimi en ella, ah! si la untáis en una tostada y le ponéis atún por encima, está de pecado mortal.
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Me parece una salsa exquisita! gracias por la receta, a la cecofry que van los pimientos esta semana!
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