Me declaro fan incondicional de las tortillas: son fáciles de hacer, están buenísimas y existen casi infinitas variedades.
El otro día, mirando Canal Cocina, descubrí que el puerro también se puede comer en tortilla, nunca se me hubiera ocurrido, la verdad, y aunque a simple vista no me resultó una idea muy atractiva, pensé, mira, lo probaré y oye, qué descubrimiento, desde entonces ya he cocinado unas cuantas tortillas de puerros.
La preparación no tiene misterio, como casi todas las tortillas...
Necesitamos un puerro y tres huevos (dos si son grandes)
- Pelamos y picamos el puerro y lo cocinamos en una sartén pintada con aceite; el fuego tiene que estar muy lento para que caramelice y no se nos queme.
- Una vez cocinado el puerro, lo mezclamos con el huevo batido y lo cuajamos en una sartén antiadherente.
Tips: La sartén tiene que estar en muy buenas condiciones para poder cuajar la tortilla sin aceite y sin que se nos pegue a la sartén. Casi os diría que os reservarais una sartén expresamente para hacer tortillas.
Cuanto más pequeña sea la sartén, mas gordita y mona os saldrá la tortilla.
¡A disfrutar!
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