jueves, 30 de marzo de 2017

MANOJITOS DE ESPÁRRAGOS TRIGUEROS



Qué plato más absurdo y bueno me ha salido sin ni siquiera planteármelo.

No pensaba ni publicarlo porque no tiene ni receta, pero me ha quedado tan mono que he pensado en hacerle una foto y subirla al blog.

Me encantan los espárragos verdes, que por ciertos son muy saludables, además de diuréticos y depurativos (si los habéis comido, sabéis de que hablo).En temporada suelo comprarlos casi a diario y los cocino al vapor, en tortilla, con revuelto de gambas o a la plancha.

Hoy como no tenía ganas de cocinar los he hecho a la plancha -yo en mi Cooker 8 en 1 función plancha- total, que los he puesto en la plancha con un pelín de sal. Cuando estaban casi hechos he caído en la cuenta que me faltaba la proteína así que he abierto la nevera y me he topado con un paquete de lomo embutido ya fileteado que también he puesto en la plancha (podía haberlo hecho con jamón, pero me apetecía el sabor especiado del lomo).

Una vez cocinados los espárragos y el lomo, he pensado en presentarlo en forma de manojitos y dicho y hecho, le he puesto un poco de pimienta y de pimentón por encima para potenciar el sabor del lomo y mira por donde, me ha salido un plato como de Masterchef ;-)

Me ha sabido a gloria y en cinco minutos, otro día lo pruebo con salmón que también tiene que estar muy rico.

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miércoles, 22 de marzo de 2017

SALSA DE PIMIENTOS ESCALIVADOS



Porque no todo va a ser salsa de tomate, aquí os presento una sencilla pero exquisita salsa de pimientos escalivados.

Para los que no estáis familiarizados con la palabra escalivar (manera típica de cocinar las verduras en la cuenca mediterránea) significa asar al rescoldo del fuego, si no tenemos chimenea o brasas, pues asamos a la parrilla o en el horno a fuego bastante bajo para que las verduras vayan soltando su azúcar y se caramelicen.



El sabor suave y dulce de esta salsa de pimientos combina de maravilla con carnes y pescados e incluso verduras. Tanto podéis usarla en caliente para acompañar un merluza o darle un toque especial a una simple pechuga de pollo, como en frío para aliñar una ensalada, dippear unas barritas de hortalizas o de guarnición.

La preparación no tiene secretos, se asan en el horno a fuego lento unos pimientos y unas cebollas troceadas junto con un chorrito de aceite de oliva (pensad que la receta dura varios días) y un poco de sal.

Yo he usado mi freidora sin aceite Cecofry, la he programado en intervalos de 20 minutos para vigilar que no se me quemaran las verduras y en unos 50 minutos las verduras estaban perfectamente escalivadas: dulces y tiernas.




Trituramos la salsa hasta obtener la textura deseada (a mi me gusta muy fina) si queremos realzar la salsa podemos añadir un chorrito de vinagre, ojo, no demasiado, lo suficiente para levantar su sabor.




Y ya la tenemos lista para degustar:  fría o caliente, de guarnición, para guisar, como topping de una ensalada o para una picoteo entretenido mojando palitos de zanahoria o surimi en ella, ah! si la untáis en una tostada y le ponéis atún por encima, está de pecado mortal.







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