miércoles, 8 de junio de 2016

SALSA DE POLLO - CONCENTRADO DE POLLO - EXTRACTO



Si os acordáis el otro día hice un delicioso pollo asado (podéis ver la receta aquí), y aunque os dije que ni se os ocurriera probar la salsa tan rica y tan deliciosa que queda en la bandeja tras asar el pollo ya que está repleta de grasas, también os dije que no la tirarais, ya que si la desgrasamos puede ser totalmente apta para la dieta.

Es proceso es muy fácil, solo se trata de recoger en un tupper el liquido resultante del asado de pollo.




Como todos sabemos, el aceite flota en el agua debido a que tiene menos densidad que esta, así que gracias a esta reacción molecular, las grasas del asado se concentrarán en la superficie del recipiente.


Tapamos el recipiente y lo dejamos en la nevera toda la noche.





Al día siguiente, simplemente tendremos que retirar la capa de grasa que habrá solidificado y ya tendremos un delicioso concentrado de pollo, con todo el sabor de un rico asado pero sin grasa.






Este concentrado podemos utilizarlo para salsear una triste pechuga a la plancha y levantar su sabor de inmediato, para realzar una salsa o para animar un consomé, incluso mezclado con vinagre puede ser un aliño perfecto para una ensalada de pollo.  ¡Podéis usarlo donde se os ocurra!





Truco importante: cuando recojáis la salsa, si el pollo se os ha chamuscado un poco durante la cocción y quedan restos de asado adheridos al fondo de la bandeja o de la olla, no los raspéis para recuperarlos y añadirlos a la salsa, ya que el resultado final de la salsa será bastante amargo.


¡Contadme donde se os ocurre poner está rica salsa!


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